Articulación coxal
·
Forma la conexión entre el
miembro inferior y la cintura pélvica (fig. 7-79 A).
·
Es una articulación
sinovial fuerte y estable de tipo esferoideo multiaxial.
·
La cabeza del fémur es la
esfera, y el acetábulo la cavidad en que se articula (fig. 7-80).
SUPERFICIES ARTICULARES
- La redondeada cabeza del fémur se articula con el acetábulo en forma de copa del hueso coxal (figs. 7-77 a 7-80).
- La cabeza del fémur forma unas dos terceras partes de una esfera. Excepto en la fosita de la cabeza del fémur.
- El acetábulo, un hueco hemisférico situado en la cara lateral del hueso coxal.
- El borde acetabular, fuerte y prominente, consta de una parte articular semilunar recubierta de cartílago articular que se conoce con el nombre de carilla semilunar del acetábulo (figs. 7-80 a 7-82).
- El borde acetabular y la carilla semilunar forman aproximadamente tres cuartas partes de un círculo; el segmento inferior que falta para completar el círculo es la incisura acetabular.
- El rodete acetabular es un aro fibrocartilaginoso en forma de labio que se inserta en el borde del acetábulo y aumenta el área articular de este en casi un 10 %.
- El ligamento transverso del acetabulo es una continuación del rodete acetabular que forma un puente sobre la incisura acetabular (v. figs. 7-80 y 7-81 C).
Las fuerzas relativas se
indican por la anchura de las flechas: anteriormente. los musculos son menos
abundantes, pero los ligamentos son potentes; posteriormente, predomina la
musculatura. B) Las fibras paralelas que unen los discos se parecen a las que
constituven la membrana fibrosa. con aspecto de tubo. de la cápsula articular
de la cadera. Del mismo modo, la extensión de la articulación coxal aumenta la
oblicuidad de las fibras de la membrana fibrosa, empujando la cabeza y el
cuello femorales en el interior del acetabulo. aumentando la estabilidad de la
articulacion. a flexion desenrolla las fibras de la cápsula. C)
CÁPSULA ARTICULAR
La articulación coxal está envuelta por una
resistente cápsula articular formada por una laxa membrana fibrosa externa y
una membrana sinovial interna (v. fig. 7-81 C).
Las partes engrosadas de la membrana fibrosa forman
los ligamentos de la articulación coxal, que discurren en espiral desde la
pelvis hasta el fémur (fig. 7-83 A, C y D).
De los tres ligamentos intrínsecos de la cápsula articular descritos a continuación, el primero es el que refuerza y consolida la articulación:
1. Anterior y superiormente se encuentra el robusto ligamento
iliofemoral, en forma de Y, que se inserta en la espina ilíaca anterior
inferior y el borde del acetábulo proximalmente, y en la línea intertrocantérea
distalmente (fig. 7-83 A y C). Este ligamento, del cual se dice que es el más
resistente del cuerpo, evita la hiperextensión de la articulación coxal durante
la bipedestación porque «enrosca» la cabeza del fémur en el acetábulo mediante
el mecanismo antes descrito (fig. 7-83 B y C).
2. Anterior e inferiormente se encuentra el ligamento
pubofemoral, que se origina en la cresta obturadora del pubis y discurre
en dirección lateral e inferior para fusionarse con la membrana fibrosa de la
cápsula articular (fig. 7-83 A). Evita la sobreabdución de la articulación
coxal.
3.
Posteriormente
se encuentra el ligamento isquiofemoral, que se origina en la porción
isquiática del borde del acetábulo (fig. 7-83 D) y es el más débil de los tres.
Sus fibras espirales siguen un trayecto superolateral en dirección hacia el
cuello del fémur, medialmente a la base del trocánter mayor.
El ligamento de la cabeza del fémur (figs. 7-80, 7-81 C, 7-82 y 7-84) es básicamente un pliegue sinovial que contiene un vaso sanguíneo; tiene poca resistencia y su relevancia en la estabilización de la articulación coxal es escasa.
MOVIMIENTOS
1.
El iliopsoas es el más
potente flexor de la cadera.
2.
Aparte de su función como
aductor, el aductor mayor también actúa como flexor (parte anterior o
aponeurótica) y como extensor (parte posterior o isquiotibial).
3.
Algunos músculos participan
tanto en la flexión como en la aducción (pectineo y grácil, así como los tres
músculos «aductores»).
4.
Aparte de actuar como
abductores, las porciones anteriores de los gluteos medio y menor también son
rotadoras mediales.
5.
El glúteo mayor es el
principal extensor desde la posición flexionada hasta la erguida
(bipedestación); a partir de este punto la extensión se consigue principalmente
por la acción de los isquiotibiales. El glúteo mayor también es un rotador
lateral.
IRRIGACIÓN
Las arterias que irrigan la articulación coxal son:
·
Las arterias circunflejas
femorales medial y lateral, que normalmente son ramas de la arteria femoral
profunda, pero en ocasiones proceden de la arteria femoral.
·
La arteria
para la cabeza del fémur, una rama de la arteria obturatriz que atraviesa el
ligamento de la cabeza del fémur.
Según la ley de Hilton,
los nervios que inervan los músculos que se extienden directamente
a través de una articulación dada y actúan sobre ella también inervan la propia
articulación.
·
Los flexores inervados por el nervio femoral pasan
anteriormente a la articulación coxal; la cara anterior de la articulación
coxal está inervada por el nervio femoral.
·
Los rotadores laterales pasan
inferior y posteriormente a la articulación coxal; la cara inferior de esta
articulación está inervada por el nervio obturador y la cara posterior por los
ramos del nervio al cuadrado femoral.
· Los aductores inervados por el nervio glúteo superior pasan superiormente a la articulación coxal; la cara superior de la articulación está inervada por el nervio glúteo superior.
Articulación de la rodilla
La articulación de la rodilla es la mayor y más
superficial del cuerpo.
ARTICULACIONES, SUPERFICIES ARTICULARES Y ESTABILIDAD
La rodilla consta de tres articulaciones (figs. 7-86 y 7-87):
o
Dos articulaciones
femorotibiales (lateral y medial), entre los cóndilos femorales y tibiales
laterales y mediales.
o
Una articulación
femoropatelar intermedia, entre la patela y el fémur.
o
La fibula no participa en la
articulación de la rodilla.
o
La articulación de la rodilla es
relativamente débil mecánicamente debido a la incongruencia de sus superficies
articulares
CÁPSULA ARTICULAR
·
La cápsula articular de la articulación de la
rodilla consta de una membrana fibrosa externa y una membrana sinovial interna.
·
La membrana fibrosa está delgada en la mayoría
de las áreas y se inserta en el fémur superiormente, rodea los cóndilos y la
fosa intercondílea, y se inserta en el borde de la superficie articular
superior de la tibia, excepto donde el tendón del poplíteo cruza el hueso.
·
La membrana sinovial reviste todas las
superficies que rodean la cavidad articular y no están recubiertas por cartílago
articular, incluyendo los cóndilos femorales y tibiales, la cara articular de
la patela y los bordes de los meniscos.
·
La membrana sinovial se refleja hacia la región
intercondílea desde la cara posterior de la articulación, creando un pliegue
sinovial infrapatelar medio que aproxima la cara posterior de la patela.
·
También se extiende en profundidad respecto al
vasto intermedio para formar la bolsa suprapatelar.
·
Un músculo articular de la rodilla se inserta en
la membrana sinovial y retrae la bolsa durante la extensión de la rodilla.
LIGAMENTOS EXTRACAPSULARES
· El ligamento patelar (la parte distal del tendón del cuádriceps) es una gruesa y resistente banda fibrosa que va desde el vértice y los bordes adyacentes de la patela hasta la tuberosidad de la tibia (v. fig. 7-86 A).
·
Los ligamentos colaterales de la
rodilla se tensan cuando esta se encuentra en extensión completa, lo cual
contribuye a la estabilidad durante la bipedestación (fig. 7-90 A y D); no obstante, a medida que se flexiona la rodilla se
destensan cada vez más, permitiendo y limitando (sirven de ligamentos de
retención) su rotación.
·
El ligamento colateral fibular es
resistente, extracapsular y similar a un cordón.
·
Se extiende inferiormente
desde el epicóndilo lateral del fémur hasta la cara lateral de la cabeza de la
fibula (fig. 7-90 A y C).
·
El tendón del poplíteo pasa
profundo al ligamento colateral fibular y lo separa del menisco lateral. El
tendón del biceps femoral queda dividido en dos partes por este ligamento (fig.
7-90 A).
·
El ligamento colateral tibial es
una banda intrínseca (capsular), resistente y aplanada, que se extiende desde
el epicóndilo medial del fémur hasta el cóndilo medial y la parte superior de
la cara medial de la tibia (fig. 7-90 D y E).
·
El ligamento poplíteo oblicuo es
una expansión refleja del tendón del semimembranoso que refuerza la cápsula
articular posteriormente cuando se extiende. Se origina
posterior al cóndilo medial de la tibia y discurre superolateralmente hacia el
cóndilo lateral del fémur para fusionarse con la porción central de la cara
posterior de la cápsula articular.
·
El ligamento poplíteo arqueado
también refuerza la cápsula articular posterolateralmente. Se origina en la
cara posterior de la cabeza de la fibula, pasa superomedialmente sobre el
tendón del poplíteo y se expande por encima de la cara posterior de la
articulación de la rodilla.
LIGAMENTOS INTRAARTICULARES
·
Los ligamentos
intraarticulares de la rodilla son los ligamentos cruzados y los meniscos. Los
ligamentos cruzados se encuentran dentro de la cápsula articular, pero fuera de
la cavidad sinovial, y se entrecruzan oblicuamente en forma de X en el centro
de la articulación.
·
Limitan la rotación medial
y lateral de la tibia sobre el fémur y mantienen el contacto entre las
superficies articulares durante la flexión de la rodilla.
·
El ligamento cruzado
anterior es el más débil y se origina en la región intercondilea anterior de la
tibia, limitando el rodamiento posterior y la hiperextensión de la rodilla.
·
El ligamento cruzado posterior es
el más resistente y se origina en la parte posterior de la región intercondilea
de la tibia, limitando el rodamiento anterior y la hiperflexión de la rodilla.
·
Los meniscos son placas
semilunares de fibrocartilago que se sitúan sobre la cara articular de la tibia
para aumentar la profundidad de la articulación y absorber impactos.
·
Se insertan en la área
intercondilea de la tibia y están unidos a la cápsula articular por los
ligamentos coronarios.
·
El menisco medial tiene
forma de C y es más ancho en su extremo posterior.
·
El menisco lateral tiene
forma de O y es más pequeño que el menisco medial.
·
El ligamento transverso de la
rodilla une los bordes anteriores de los meniscos para mantenerlos sujetos
entre sí durante los movimientos de la rodilla.
MOVIMIENTOS
La flexión y la extensión son los principales
movimientos de la rodilla; también hay un cierto grado de rotación cuando se
flexiona.
BOLSAS ALREDEDOR DE LA ARTICULACIÓN DE LA RODILLA
Existen por lo menos 12 bolsas alrededor de la
articulación de la rodilla, ya que la mayoría de los tendones siguen un
trayecto paralelo a los huesos y ejercen una tracción longitudinal a través de
la articulación durante los movimientos de esta. Las principales bolsas de la
rodilla se ilustran en la figura 7-96 y se describen en la tabla 7-17.
ARTICULACIONES TIBIOFIBULARES
La tibia y la fibula están conectadas por dos articulaciones: la articulación tibiofibular y la sindesmosis tibiofibular (articulación tibiofibular inferior).
ARTICULACIÓN TIBIOFIBULAR
La articulación tibiofibular (articulación
tibiofibular superior) es una articulación sinovial plana que se establece
entre la cara articular plana de la cabeza de la fibula y una cara articular
parecida que se localiza posterolateralmente en el cóndilo lateral de la tibia.
MOVIMIENTO.
La articulación se mueve ligeramente durante la flexión dorsal del pie como
resultado del encaje de la tróclea del talus entre los maléolos (Superficies
articulares» más adelante en «Articulación talocrural»).
IRRIGACIÓN.
Las arterias que irrigan la articulación
tibiofibular superior proceden de las arterias inferior lateral de la rodilla y
recurrente tibial anterior.
INERVACIÓN.
Los nervios que inervan la articulación tibiofibular
proceden del nervio fibular común y del nervio para el músculo poplíteo.
SINDESMOSIS TIBIOFIBULAR
La sindesmosis tibiofibular es una articulación
fibrosa compuesta. Es la unión fibrosa que se establece entre la tibia y la
fibula por medio de la membrana interósea (que une los cuerpos), y los
ligamentos tibiofibulares anterior, interóseo y posterior (este último une los
extremos distales de ambos huesos y configura la articulación tibiofibular
inferior).
SUPERFICIES ARTICULARES Y LIGAMENTOS.
El área articular triangular y rugosa situada en la
cara medial del extremo inferior de la fibula se articula con una carilla que
se encuentra en el extremo inferior de la tibia (v. fig. 7-94 A).
La articulación también está reforzada anterior y
posteriormente por los fuertes ligamentos tibiofibulares anterior y posterior
externos. La continuación profunda distal del ligamento tibiofibular posterior,
denominada ligamento (tibiofibular) transverso inferior,
establece una fuerte conexión entre los extremos distales de la tibia (maléolo
medial) y la fibula (maléolo lateral).
MOVIMIENTO.
La
articulación se mueve ligeramente para acomodar el encaje de la porción ancha
de la tróclea del talus entre los maléolos durante la flexión dorsal del pie.
IRRIGACIÓN.
Las arterias proceden de la rama perforante de la
arteria fibular y de las ramas maleolares mediales de las arterias tibiales
anterior y posterior.
INERVACIÓN.
Los nervios que llegan a la sindesmosis proceden de los nervios fibular profundo, tibial y safeno.
Articulación talocrural
La articulación talocrural (articulación del
tobillo) es una articulación sinovial de tipo ginglimo.
SUPERFICIES ARTICULARES
Los extremos distales de la tibia y la fibula junto
con la parte transversa inferior del ligamento tibiofibular forman una mortaja
maleolar
La cara medial del maléolo lateral se articula con la cara maleolar lateral del talus. La tibia se articula con el talus en dos localizaciones:
1. Su cara inferior forma el techo de la mortaja maleolar y
transfiere el peso del cuerpo al talus.
2. Su maléolo medial se articula con la cara maleolar medial del talus.
Los maléolos sujetan firmemente el talus cuando se balancea en la mortaja durante los movimientos de la articulación.
El ligamento interóseo se sitúa en profundidad entre
las superficies casi congruentes de la tibia y la fibula.
CÁPSULA ARTICULAR
La capsula articular de la articulación talocrural
es delgada anterior y posteriormente, pero está reforzada a cada lado por los
resistentes ligamentos (colaterales) lateral y medial.
LIGAMENTOS
La articulación talocrural está reforzada
lateralmente por el ligamento colateral lateral, que está compuesto por tres
ligamentos completamente separados Ligamento
talofibular anterior, una débil banda aplanada que se extiende anteromedialmente
desde el maléolo lateral hasta el cuello del talus.
1. Ligamento talofibular posterior, una banda gruesa y bastante
resistente que
sigue un trayecto en dirección horizontal, medial y ligeramente
posterior desde la fosa maleolar hasta el tubérculo
lateral del talus.
2. Ligamento calcaneofibular, un cordón redondeado que discurre
3. posteroinferiormente
desde el vértice del maléolo lateral hasta la cara lateral del calcáneo.
MOVIMIENTOS
· La flexión plantar del pie tiene lugar por la acción de los músculos del compartimento posterior de la pierna. Cuando se baila ballet sobre las puntas de los dedos, por ejemplo, el dorso del pie está alineado con la superficie anterior de la pierna.
IRRIGACIÓN
Las arterias que irrigan la articulación talocrural
proceden de las ramas maleolares de las arterias tibiales anterior y posterior,
y fibular.
INERVACIÓN
Los nervios derivan de los nervios safeno, tibial, sural y fibular superficial y profundo. Los nervios fibulares superficial y profundo son ramas del nervio fibular.
Articulaciones del pie
· En las múltiples articulaciones del pie están implicados los huesos del tarso, los metatarsianos y las falanges
· Las articulaciones intertarsianas más importantes son la articulación subtalar (talocalcánea) y la articulación transversa del tarso (articulaciones calcaneocuboidea y talocalcaneonavicular).
· Las otras articulaciones intertarsianas (p. ej., las articulaciones intercuneiformes) y las articulaciones tarsometatarsianas e intermetatarsianas son relativamente pequeñas y están tan estrechamente unidas por ligamentos que sólo pueden moverse ligeramente.
· Todos los huesos de la parte del pie proximal a las articulaciones metatarsofalángicas están unidos por ligamentos dorsales y plantares.
· Los huesos de las articulaciones metatarsofalángicas e interfalángicas están unidos por ligamentos colaterales laterales y mediales.
·
La articulación subtalar
se encuentra donde el talus descansa sobre el calcáneo y se
articula con él. La articulación subtalar anatómica es una articulación
sinovial única que se establece entre la cara articular posterior para el
calcáneo, ligeramente cóncava, del talus y la cara articular posterior para el
talus, convexa, del calcáneo
LIGAMENTOS PRINCIPALES DEL PIE
Los ligamentos principales de la cara plantar del
pie (fig. 7-103) son:
· El ligamento calcaneonavicular plantar (resorte), que ocupa y se extiende a lo largo de una hendidura en forma de cuña situada entre el sustentáculo tali y el borde inferior de la cara posterior del navicular (fig. 7-103 A y B). Este ligamento sostiene la cabeza del talus y desempeña una función importante en la transferencia del peso desde el talus y en el mantenimiento del arco longitudinal del pie, del cual es la piedra angular (su elemento más superior).
· El ligamento plantar largo, que discurre desde la superficie plantar del calcáneo hasta el surco para el tendón del músculo fibular largo del cuboides.
·
El ligamento calcaneocuboideo
plantar (ligamento plantar corto), que se localiza en un plano situado entre
los ligamentos calcaneonavicular plantar y plantar largo (fig. 7-103 B). Se
extiende desde la parte anterior de la cara inferior del calcáneo hasta la cara
inferior del cuboides. También está implicado en el mantenimiento del arco
longitudinal del pie.
ARCOS DEL PIE
Los arcos distribuyen el peso sobre la plataforma
podal (pie), y actúan no sólo como elementos que absorben
impactos sino también como trampolines que lo propulsan durante la marcha, la
carrera y el salto.
Estos arcos elásticos aumentan la capacidad del pie
para adaptarse a los cambios en la superficie del terreno. El peso del cuerpo
se transmite desde la tibia hacia el talus; a continuación se transmite
posteriormente hacia el calcáneo y anteriormente hacia la «bola del pie» (los
huesos sesamoideos del 1er metatarsiano y la cabeza del 2.° metatarsiano), y
este peso/presión se comparte lateralmente con las cabezas de los metatarsianos
3.0 a 5.° según sea necesario para el equilibrio y la comodidad
Entre estos puntos de sostén del peso se encuentran
los relativamente elásticos arcos del pie, que se aplanan ligeramente por la
acción del peso corporal en la bipedestación.
Suelen recuperar su curvatura (se retraen) cuando
deja de actuar el peso corporal.
El arco longitudinal del pie está compuesto por una
parte medial y una lateral.
Funcionalmente, ambas partes actúan como una unidad,
junto con el arco transverso del pie, para distribuir el peso en todas las
direcciones.
El arco longitudinal medial es más alto y más
importante que el arco longitudinal lateral.
El arco longitudinal medial está compuesto por el
calcáneo, el talus, el navicular, los tres cuneiformes y los tres primeros
metatarsianos.
El arco transverso del pie va de lado a lado.
Está formado por el cuboides, los cuneiformes y las bases de los metatarsianos. Las partes medial y lateral del arco longitudinal actúan como pilares del arco transverso. Los tendones del fibular largo y el tibial posterior, que cruzan la planta del pie como un estribo.
Los factores pasivos implicados en la formación y el
mantenimiento de los arcos del pie comprenden:
o
La forma de los huesos unidos
(en ambos arcos, pero especialmente en el transverso).
o
Cuatro capas sucesivas de
tejido fibroso que sostienen el arco longitudinal como una cuerda de arco (de
superficial a profundo):
1. La aponeurosis plantar.
2. El ligamento plantar largo.
3. El ligamento calcaneocuboideo plantar (plantar corto).
4. El ligamento calcaneonavicular plantar (resorte).
Los apoyos dinámicos implicados en el mantenimiento de los arcos del pie comprenden:
La acción tónica (refleja) de los músculos
intrínsecos del pie (arco longitudinal).
o
La contracción activa y
tónica de los músculos con tendones largos que se extienden por el pie:
o
Flexores largos del dedo
gordo y de los dedos para el arco longitudinal.
o
Fibular largo y tibial
posterior para el arco transverso.
De estos factores, los ligamentos plantares y la aponeurosis plantar son las estructuras más importantes en el mantenimiento de los arcos del pie, y las que están sometidas a una mayor tensión.
Anatomía de superficie de las articulaciones de la rodilla, talocrural y del pie
o
La región de la rodilla se
localiza entre el muslo y la pierna (fig. 7-106 A).
o Superiormente a esta se encuentran las grandes masas formadas por los
vastos lateral y medial. Superolateralmente se encuentra el tracto iliotibial,
que se puede seguir inferiormente hasta el tubérculo anterolateral de la tibia
(de Gerdy).
o
El ligamento patelar, que se
extiende desde el vértice de la patela, es fácil de visualizar, especialmente
en personas delgadas, como una gruesa banda que se inserta en la prominente
tuberosidad de la tibia.
o
Lateralmente, la cabeza de la
fibula es fácil de localizar cuando se sigue el tendón del biceps femoral
inferiormente.
o
superiormente a la cabeza de la
fibula y anteriormente al tendón del bíceps, cuando la rodilla se encuentra en
flexión completa.
o Las prominencias de los maléolos lateral y medial indican la localización
aproximada del eje de la articulación talocrural (fig. 7-106 C a E).
o Cuando el pie está invertido, el margen lateral de la cara anterior
del calcáneo queda al descubierto y se puede palpar en la cara lateral; esta
estructura señala la localización de la articulación calcaneocuboidea. Cuando
el pie se encuentra en flexión plantar queda expuesta la cabeza del talus, que
puede palparse alli donde se observa la cara anterior del calcáneo.
o El tendón calcáneo es fácil de palpar y seguir en la cara posterior
del tobillo hasta su inserción en la tuberosidad del calcáneo.
o
La articulación transversa del
tarso está señalada por una línea que se dirige desde la cara posterior de la
tuberosidad del navicular hasta un punto situado a medio camino entre el
maléolo lateral y la tuberosidad del 5.° metatarsiano.
o La articulación metatarsofalángica del dedo gordo se sitúa distal al
nudillo formado por la cabeza del 1. metatarsiano.
o
Con frecuencia, la 1.
articulación metatarsofalángica es la que antes queda afectada por la artritis.